
La continuidad de Ricardo Gareca al mando de la selección chilena ha sido objeto de intensos debates y especulaciones en los últimos días. Tras una serie de resultados adversos en las eliminatorias para el Mundial 2026, donde Chile ocupa el último lugar de la tabla, se han generado diversas informaciones sobre su permanencia en el cargo.
Algunos medios informaron que la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP) habría decidido poner fin al contrato de Gareca y estaban en proceso de negociar su desvinculación . Sin embargo, posteriormente, el presidente de la ANFP, Pablo Milad, declaró que Gareca no ha renunciado y que continuará al mando de la selección, planificando los próximos encuentros .
Una de las razones que complican una posible rescisión del contrato es la situación financiera de la ANFP, que no cuenta con los fondos necesarios para indemnizar al técnico argentino. Esto ha llevado a que Gareca permanezca en su puesto, al menos por el momento, mientras se preparan para enfrentar a selecciones como Argentina y Bolivia en las próximas fechas de las eliminatorias .
Falta de precisión y rigor periodístico
Muchos medios dieron por hecho la salida de Gareca sin una confirmación oficial. Publicaron información basada en “fuentes cercanas” o “versiones internas” sin presentar pruebas concretas ni declaraciones oficiales de la ANFP o del propio entrenador. Esto generó confusión y desinformación.
Sensacionalismo y ansiedad informativa
La cobertura en algunos medios pareció más enfocada en generar impacto que en informar con responsabilidad. En lugar de aclarar la situación, el tratamiento de los rumores contribuyó a la incertidumbre y a la especulación.