México anunció este viernes «el inmediato rompimiento» de las relaciones diplomáticas con Ecuador, luego de que policías de ese país irrumpieron en la embajada mexicana en Quito para detener al ex vicepresidente Jorge Glas, quien había recibido asilo político. Es una «violación flagrante al derecho internacional y a la soberanía de México» indicó el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador.
Grave crisis entre México y Ecuador después de la intervención de la policía ecuatoriana en la embajada de México en Quito.
El viernes por la noche, autoridades de Ecuador detuvieron al ex vicepresidente Jorge Glas, quien estaba refugiado desde el 17 de diciembre de 2023 en la Embajada de México en la capital ecuatoriana eludiendo una orden de captura por presunta corrupción.
La secretaría de Comunicación de la Presidencia ecuatoriana indicó en un comunicado que «Jorge Glas Espinel, condenado a pena privativa de libertad por la justicia ecuatoriana, ha sido detenido esta noche y puesto a órdenes de las autoridades competentes».
El jefe de la sección consular de México en Quito, Roberto Canseco, reaccionó de inmediato y declaró a la prensa local mientras estaba a las afueras de la embajada: “esto no es posible. No puede ser. Es una locura (…) Estoy muy preocupado porque podrían matarlo. No hay base legal para hacer esto. Esto está totalmente fuera de la norma”, dijo.
Pero desde Ecuador, se apeló al Estado de derecho y se defendió la acción argumentando que el país “es una nación soberana, y no vamos a permitir que ningún delincuente quede libre”.
El mandatario mexicano también apeló a la soberanía de su país y consideró que el accionar ecuatoriano era “un acto autoritario y una violación flagrante del derecho internacional”.
Todo el suceso llevó a un quiebre directo de relaciones bilaterales. Del lado mexicano anunciaron la ruptura:
«Ante la flagrante violación de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas y las lesiones sufridas por el personal diplomático mexicano en Ecuador, México anuncia el inmediato rompimiento de relaciones diplomáticas con Ecuador», escribió en la red social X la jefa de la diplomacia mexicana.
La captura de Jorge Glas
Pese a que el ex vicepresidente ecuatoriano permanecía refugiado en la Embajada de Quito desde que pidió asilo político en diciembre, argumentando que está siendo “perseguido por la Fiscalía General”.
El pasado 1 de marzo, Ecuador había solicitado permiso a México para entrar al recinto y detener a Glas, pues sobre él recae una condena a seis años de prisión desde 2017, luego de ser hallado culpable de recibir sobornos de la constructora brasileña Odebrecht a cambio de adjudicarle contratos públicos.
En un comunicado, la administración de Daniel Noboa afirmó que “ningún delincuente puede ser considerado un perseguido político”, añadiendo que “Glas, “ha sido condenado con sentencia ejecutoriada (en firme) y contaba con disposición de captura emitida por las autoridades competentes”.
Este viernes 5 de abril, se vio en redes sociales videos grabados por los ciudadanos en el que se mostraba el operativo de policías ecuatorianos ingresando al recinto consular para aprehender a Glas.
Se observa a los uniformados trepando paredes y vallas de las sede diplomática mexicana, que estuvo desde temprano fuertemente custodiada por militares, y luego salir de esa residencia, aparentemente con Glas.
El caso judicial de Glas
En 2017, el ex vicepresidente ecuatoriano fue imputado por presunta malversación de fondos en el caso ‘Reconstrucción’ de la provincia de Manabí tras las destrucciones de infraestructura causadas por el terremoto del 16 de abril de 2016.
Las acusaciones en su contra llevaron al político a estar tras las rejas hasta el 28 de noviembre de 2022 cuando salió en libertad luego de cinco años de prisión por las condenas de cohecho y asociación ilícita de ocho y seis años de cárcel, respectivamente.
Glas se ha declarado inocente de los señalamientos y se llama así mismo como un «perseguido político”.
El 17 de diciembre de 2023 que llegó a la Embajada de México en Quito, no existía todavía una orden de detención judicial; sin embargo, el 11 de marzo año un juez ordenó su captura e ingreso en prisión provisional, argumentando que Glas solo había cumplido el 60% de la pena acumulatoria por los dos casos de corrupción.
El deterioro de las relaciones
Tras la declaración como ‘persona non grata’ a la embajadora mexicana en Quito, Raquel Serur, el pasado jueves 4 de abril y su posterior expulsión del país, el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), anunció que su país dará asilo político a quien fue vicepresidente de Ecuador con Rafael Correa durante diez años, Jorge Glas.
La decisión se dio a conocer de forma oficial a las autoridades ecuatorianas junto con la solicitud de conceder el salvoconducto respectivo, de conformidad con la Convención de Asilo Diplomático de 1954, tratado internacional del que México y Ecuador son Estados parte.
Una movida que aumentó la tensión entre ambos países, pues los roces ya se habían iniciado desde que el presidente mexicano acusó a su homólogo ecuatoriano, Daniel Noboa, de beneficiarse para ganar las elecciones luego del asesinato del candidato Fernando Villavicencio.
El miércoles 3 de abril, el presidente mexicano comparó el homicidio del candidato presidencial ecuatoriano con la violencia actual en plena temporada electoral en México, donde varios candidatos locales han sido asesinados a tiros.
Obrador, en unas palabras que dieron pie a la interpretación, se refirió al asesinato del candidato insinuando que Daniel Noboa se benefició de su muerte.
“Un candidato que habla mal de la candidata que va arriba de repente es asesinado y la candidata que iba arriba se cae y el candidato que iba el segundo sube”, dijo el máximo mandatario mexicano.
La Administración liderada por Noboa no tardó en contestar diciendo que las palabras eran “muy desafortunadas” y declaró “persona non grata” a la embajadora mexicana.
Lejos de amedrentarse, López Obrador redobló sus comentarios el viernes, repitiendo la comparación.