El sector asegurador puede contribuir a mitigar el cambio climático
El cambio climático es un reto global que debe ser abordado desde una visión integral, sostenible, social y ambiental.
•En 2023, las pérdidas económicas por catástrofes naturales alcanzaron los $280 billones de dólares, sin embargo, el 62% de las pérdidas globales no contaban con seguro, de acuerdo con el organismo de investigación Swiss Re Institute.
Ciudad de México a 4 de abril de 2024. – La industria aseguradora es clave en el desarrollo sostenible frente a diversos fenómenos globales, como el cambio climático, pues más allá de proporcionar resiliencia financiera en caso de desastres, tiene el papel estratégico de promover acciones que prevengan y reduzcan los efectos negativos de eventos de la naturaleza que se han visto potencializados por el cambio climático.
La Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS) afirma que el sector asegurador es un facilitador de soluciones que pueden impulsar la sostenibilidad social y ambiental frente a las vulnerabilidades y riesgos que afrontan comunidades y ciudades. Tiene la gran ventaja de contar con información y modelos para monitorear los cambios que están sufriendo los eventos de la naturaleza, tales como huracanes, inundaciones, para mencionar algunos, y sugerir medidas para mitigar los riesgos.
Actualmente, existe una urgencia por convertir a las nuevas economías en modelos sostenibles que contribuyan a mitigar el impacto ambiental derivado de las actividades sociales. A nivel internacional, es reconocido que los seguros tienen una posición única que puede contribuir a este cambio, pues ya se observa que el sector asegurador tiene como principal herramienta las propias pólizas de seguros, que deben tener en cuenta los riesgos climáticos y ambientales del “bien asegurado”. Es por ello por lo que poco a poco habrá que ir internalizando estos elementos a la hora de analizar los riesgos y establecer las condiciones contractuales de las pólizas.
Tan solo en 2023 hubo 142 catástrofes que potencialmente estaban relacionadas con el cambio climático, advirtió Swiss Re Institute, que causaron daños asegurados por $280 billones de dólares. Los expertos indican que con base en esta tendencia las pérdidas podrían aumentar entre un 5 y 7% anualmente.
El terremoto en Turquía y Siria fue la mayor catástrofe, cuyas pérdidas ascendieron a 6.2 billones de dólares, de las cuales, el 90% no estaban aseguradas, por lo que seguir trabajando en cerrar las brechas de aseguramiento es muy importante para la rápida recuperación de las familias, empresas y gobiernos.
De esta manera, hemos visto que tanto las personas y sus comunidades se enfrentan a riesgos significativos, por lo que los seguros contribuyen a su resiliencia ante este tipo de fenómenos que no se pueden controlar, como ha sido el caso en México con el huracán Otis, que afectó a Guerrero, y por el que hasta el momento se tienen estimados daños asegurados por poco más de 37 mil millones de pesos, según las cifras reportadas al 27 de marzo.
De los siniestros registrados por Otis, 61% corresponden a pólizas del seguro de daños (25,134) y 39% al seguro de autos (16,027). El sector asegurador ha pagado más de 11,274 millones de pesos, entre anticipos e indemnizaciones; el 21% ha sido para el giro de hoteles; 31% para vivienda y 48% para giros como Pymes, restaurantes, embarcaciones, infraestructura y autos.
Un paso importante para reducir los daños materiales y las pérdidas económicas tras una catástrofe es disminuir la vulnerabilidad o la exposición a través del cumplimiento y modernización de los códigos de construcción, construir con infraestructura orientada a la reducción del riesgo y desalentar asentamientos en zonas altamente propensas a peligros naturales, es decir mediante una correcta organización territorial.
El sector asegurador es el tercer inversionista institucional más importante del país con 553.6 billones de pesos en sumas aseguradas, que representan 17 veces el Producto Interno Bruto (PIB). Bajo esa visión al adoptar estrategias socialmente responsables y sostenibles, contribuyen al desarrollo de empresas y proyectos que promuevan la transición hacia una economía sostenible.
La industria también está adaptándose a los desafíos que ha impuesto la tecnología y desarrolla productos innovadores que incentivan la adopción de prácticas más sostenibles.
Otra contribución del sector asegurador será el desarrollo de una taxonomía verde para las inversiones que realice la industria, un sistema de clasificación de activos y actividades económicas consideradas como verdes y con contribuciones sustanciales para el logro de objetivos ambientales[1].
Las aseguradoras son un agente de cambio importante en tanto el seguro se ha convertido en una herramienta financiera y social fundamental para medir los riesgos, predecirlos y mitigarlos, al mismo tiempo que busca disminuir las brechas de protección para que mayor número de familias y empresas puedan enfrentar los riesgos cambiantes que implican fenómenos como el cambio climático, y mejorar la vida de las generaciones futuras.
Este y otros temas se analizarán en la 33 Convención de Aseguradores AMIS, con el tema “Asegurando un mundo en transformación”, y que se llevará a cabo el 9 y 10 de abril en Expo Santa Fe, regístrate, para más información puedes visitar la página del evento: https://convencionaseguradores.mx/.