La Nación Wampis se moviliza contra las amenazas de muerte por parte de sicarios que han recibido sus dirigentes. La comunidad indígena denuncia que se encuentra acorralada por la minería aurífera y la tala ilegal.
El pueblo wampis de la Amazonia peruana denunció esta semana el avance de los mineros ilegales hacia el área de la cuenca del río Santiago, en el departamento de Amazonas. El 22 de marzo, decenas de integrantes de las comunidades Wampis marcharon en la comunidad Galilea del distrito Río Santiago para protestar contra la minería ilegal.
Las 22 comunidades wampis están asentadas en la Amazonia peruana, fronteriza con Ecuador, en un territorio trasformado en corredor de las ecónomas ilegales. En 2015 crearon la Nación Wampis, una organización que funciona como gobierno autónomo, pero no reconocido como tal por el estado peruano.
Desde hace dos años se ha disparado la entrada de dragas para la extracción ilegal de oro. Treinta y cinco dragas operando sobre el río Santiago han sido identificadas. Y cerca de 40 hectáreas de selva han sido dañadas por esta actividad ilícita.
A ello se suma la tala ilegal de árboles. Para recuperar su territorio de este abanico de criminalidades, el gobierno de la nación indígena Wampis creó el “ejército verde». Teófilo Kukush Paati, líder indígena de los wampis denuncia el ingreso de “productos ilícitos, tráficos de combustibles del Ecuador, madereros ilegales, pescadores del Ecuador, venezolanos y foráneos de diferentes países y hay sicariato también”.
En la batalla contra la contaminación de las aguas y a la deforestación, la guardia indígena verde ha desalojado a madereros y mineros ilegales. Una acción que ha puesto a los indígenas en la mira del sicariato.
“Los dirigentes somos amenazados directamente, con amenazas de muerte por las empresas mineras ilegales, por los madereros ilegales. Entran con sicarios, forman grupos de personas con armamentos de fuego y utilizan a nuestros paisanos mismos”.
Pero las denuncias de los indígenas ante el ministerio del Medioambiente de Perú y la policía por el impacto socio ambiental y el peligro que corren sus vidas han llegado a oídos sordos.
“Estamos sin protección, no tenemos ni una garantía. Solicitamos al estado que nos ayude. Y solicitamos al estado también que nos sea reconocida la autonomía, nuestra libre determinación y nuestra personalidad jurídica porque nosotros sabemos administrar perfectamente nuestro territorio. Y así podemos ir mitigando la crisis climática”, pidió Teófilo Kukush.
Unos 16.000 wampis viven en un territorio que abarca 1,3 millones de hectáreas en las regiones de Loreto y Amazonas en Perú.