La jefa del Comando Sur de Estados Unidos, Laura Richardson, pidió a los países latinoamericanos ceder su equipamiento militar ruso a Ucrania, resaltando la influencia creciente de potencias como Rusia y China en, una región que reviste particular importancia para Washington. La general adelantó que ofrecen reemplazar las armas vendidas por Moscú por equipamiento estadounidense. El análisis de Andrei Serbin Pont, analista internacional, experto en Defensa.
RFI: La jefa del Comando Sur de Estados Unidos recordó que, en la región, Rusia es el principal adversario después de China. Para los Estados Unidos, la guerra en Ucrania es una oportunidad para recuperar influencia en la región. Al mismo tiempo, los equipamientos rusos en Latinoamérica podrían simplificar la transición del ejército ucraniano hacia una mayor compatibilidad con el material occidental. La explicación de RFI
Andrei Serbin Pont: Es algo que habría que enfocar desde dos ángulos en particular. Por un lado, uno más político, que sería aprovechar la coyuntura actual para desplazar a Rusia del mercado regional en materia de defensa. Varios actores internacionales vienen penetrando este mercado en detrimento, muchas veces, de contratos que irían a proveedores tradicionales como Estados Unidos. Por lo cual, la posibilidad de quitarle eso a Rusia sería importante. Por otro lado, hay una demanda real de parte de Ucrania, que prácticamente se encuentra en un proceso de reconversión de sus fuerzas armadas. Históricamente son dependientes del material ruso y soviético, pero hoy no disponen de un soporte logístico; cómo América latina opera algunos de esos sistemas de armamento, podrían justamente brindar ese soporte logístico: helicópteros que pueden entrar en funcionamiento o servir como repuestos, sistemas de artillería, municiones… Un suministro de equipamientos que sería útil para Ucrania, mientras occidente logra reequipar las fuerzas armadas ucranianas con material occidental.
El objetivo sería facilitar la transición de las fuerzas armadas ucranianas hacia un formato compatible OTAN y al mismo tiempo disminuir la influencia rusa en la región…
Creo que el factor más determinante en términos políticos para Estados Unidos es aprovechar la coyuntura y generar una mayor división. Por ejemplo, para Argentina que opera helicópteros rusos y han estado teniendo muchos problemas para sostenerlos logísticamente, es un muy buen momento para decirles: ‘Te podemos sacar ese problema, remplazándolos por material norteamericano, y el día de mañana no vuelves depender de Rusia para el sustento de esa capacidad militar’. Lo mismo podría pasar con los helicópteros de combate de Brasil, los que opera Colombia, México o Perú, gran usuario de armas rusas y bielorrusas. Ahí hay un mercado bastante amplio que eventualmente se puede aprovechar. Pero insisto en que la intención desde lo político tiene que ver fundamentalmente con generar una división o por lo menos reducir el alcance que tiene Rusia en América latina.