La Administración del presidente estadounidense Donald Trump ha puesto en marcha un amplio recorte de ‘La Voz de América’ ( ‘Voice of America’), ‘Radio Free Europe/Radio Liberty’ y otros programas gubernamentales destinados a defender la democracia. provocando la ira de los defensores de la libertad de prensa que los consideran contrapesos democráticos en todo el mundo. La Casa Blanca explicó que “los contribuyentes ya no tienen que pagar la propaganda radical”. El director de la organización dijo que todo el personal de ‘Voice of America’ ha sido puesto en licencia «administrativa».

Donald Trump había dado una pista al clasificar el viernes a la agencia que supervisa a estos medios públicos como una de las “partes inútiles de la burocracia federal”. Esta orden ejecutiva clasifica a la agencia gubernamental que supervisa estos medios (USAGM) como una de las “partes inútiles de la burocracia federal”. A raíz de esto, Kari Lake, ferviente partidaria de Donald Trump, que la nombró para un puesto de asesora en la USAGM tras su derrota en las elecciones al Senado por Arizona, escribió en un correo electrónico que las subvenciones federales a estos medios “ya no son una prioridad” para la agencia.

Un correo electrónico anunciando el fin del contrato

Los despidos no tardaron en sucederse, siempre con el mismo método brutal: un simple correo electrónico y vínculos cortados directamente. Este fin de semana, centenares de periodistas y empleados de la VOA, la «Voz de América», Radio Free Asia, Radio Free Europe y otras organizaciones han recibido un correo electrónico en el que se les informa de que se les va a prohibir la entrada en sus oficinas. También se les ordenó que entregaran sus carnés de prensa, teléfonos profesionales y otros equipos, informa la corresponsal de RFI en Nueva York, Carrie Nooten.

El propio director de la VOA ha sido despedido -el resto del personal tiene contrato hasta junio-, pero la sede de Washington ha sido cerrada, desmantelando de hecho la emisora, que ha sido la voz de Estados Unidos en todo el mundo desde 1942, emitiendo noticias en 49 idiomas a 360 millones de oyentes cada semana.

El presidente de Estados Unidos expresa abierta y regularmente su hostilidad hacia los medios de comunicación, a algunos de los cuales califica de “enemigos del pueblo”. El desmantelamiento de los medios de comunicación estatales que operan en el extranjero podría encontrar obstáculos, ya que es el Congreso quien ostenta el poder último, y algunas organizaciones, como Radio Free Asia, han gozado en el pasado del apoyo tanto de demócratas como de republicanos.

Un “regalo masivo a los enemigos de Estados Unidos”

Los comités para la protección de los periodistas están asombrados por este “regalo” de Donald Trump a los regímenes autoritarios de Rusia, China e Irán – que odian a estas radios, cuyo periodismo independiente desafiaba de facto a los regímenes. Por último, están preocupados por la suerte de los empleados que trabajan en países autoritarios, que corren el riesgo de ser expulsados inmediatamente en cuanto se revoque su contrato de trabajo.

El anuncio también ha sido duramente criticado por las organizaciones de defensa de la libertad de prensa, según informa la Agencia France Presse. “Es indignante que la Casa Blanca pretenda destripar una agencia financiada por el Congreso, que apoya al periodismo independiente que desafía la palabra de los regímenes autoritarios de todo el mundo”, ha declarado Carlos Martínez de la Serna, responsable del Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ). Para Reporteros sin Fronteras (RSF), esta decisión “amenaza la libertad de prensa en todo el mundo y borra 80 años de historia norteamericana en favor de la libre circulación de la información”.

Trump ya ha tomado medidas controvertidas con respecto a la Voz de América, incluyendo la suspensión de un respetado periodista que criticó a Trump y la cancelación de contratos que permitían a la VOA utilizar material de organizaciones de noticias independientes, como The Associated Press, la agencia AFP y Reuters.

La VOA se entera por X

La mañana del sábado, Kari Lake, a quien Trump nombró asesora principal de la agencia, publicó en X que los empleados debían revisar su correo electrónico.

Trump sigue forzando los límites del poder presidencial

Las últimas reducciones son notables porque la Agencia para los Medios Globales (AGM) es una agencia independiente autorizada por el Congreso, que aprobó una ley en 2020 que limita el poder de los ejecutivos de la agencia designados por el presidente.

Trump ya ha tomado varias medidas para desmantelar programas exigidos por el Congreso, al que el cuerpo (bajo control de los demócratas ha sido pasivo, pese a estar usurpándole funciones).

La orden de Trump también incluye a otras agencias gubernamentales menos conocidas, como el Centro Internacional para Académicos Woodrow Wilson, un centro de estudios no partidista; el Consejo Interinstitucional de Estados Unidos sobre Personas sin Hogar. y el Fondo de Instituciones Financieras para el Desarrollo Comunitario.

Todo esto podría generar un enfrentamiento en la Corte Suprema sobre los límites del poder presidencial.

Algunos republicanos han acusado a la VOA y a otros medios de comunicación financiados con fondos públicos de tener prejuicios contra los conservadores.

El mes pasado, Elon Musk, asesor de Trump y quien lidera el llamado Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), encargado de los recortes y despidos en la Administración federal, pidió el cierre de la VOA y Radio Free Europe/Radio Liberty en una publicación en su plataforma de redes sociales X.

Sí, cerrarlos. 

1. Europa es libre ahora (sin contar la asfixiante burocracia). Hola??

2. Ya nadie les hace caso. 

3. Solo son locos de la izquierda radical hablando solos, mientras se gastan 1.000 millones de dólares al año de los contribuyentes estadounidenses.

—Elon Musk.

El poder de Trump versus los tribunales

Algunas de las medidas de la Administración Trump para recortar agencias han sido detenidas por jueces federales, incluso el jueves, cuando un par de fallos judiciales pidieron a las agencias que reincorporaran probablemente a miles de empleados federales que fueron despedidos el mes pasado porque tenían estado de prueba.

También, la Corte Suprema ordenó recientemente al Gobierno estadounidense el pago de más de 2.000 millones de dólares por trabajo ya realizado bajo el auspicio de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), también suprimida o desmantelada bajo la Administración del presidente Trump.

Al igual que la USAID, USAGM fue constituida por el Congreso como agencia independiente y el Congreso aprobó en 2020 una ley destinada a limitar el poder del director ejecutivo de la agencia, nombrado por el presidente. 

Algunos críticos afirman que el presidente no tiene autoridad para suprimir una agencia creada por el Congreso. Por lo que estas acciones podrían encontrar resistencia en tribunales y hasta en la Corte Suprema, como una prueba a las facultades de Trump y de la independencia —también— de la Justicia.