Es casi seguro que el 2024 será el año más caluroso jamás registrado y el primero en registrar un aumento de la temperatura promedio global de 1,5°C por encima de los niveles preindustriales, según datos del servicio europeo Copernicus publicados después del segundo mes de octubre más caluroso desde que se tienen registros.
Después de transcurridos 10 meses de 2024, ahora es casi seguro que este será el año más caluroso registrado y el primer año con más de 1,5°C por encima de los niveles preindustriales
, afirmó este 7 de noviembre Samantha Burgess, directora adjunta del Servicio de Cambio Climático de Copernicus. (C3S).
Incluso es probable que el calentamiento supere los 1,55°C durante el año calendario
, según esa organización.
La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2024, COP29, que se inaugura el 11 de noviembre en Bakú, Azerbaiyán, estará dedicada a la delicada búsqueda de un nuevo objetivo de financiación que permita a los países en desarrollo reducir sus emisiones de gases contaminantes causantes del efecto invernadero y adaptarse al cambio climático.
También se celebrará a la sombra del próximo regreso a la presidencia estadounidense de Donald Trump, personaje político que duda de la realidad del cambio climático. No se trata de calentamiento global, porque en ciertos momentos la temperatura comienza a bajar un poco
, declaró el republicano, pese a que las pruebas científicas demuestran lo contrario.
Un octubre caluroso
Según el servicio europeo Copernicus, octubre fue el segundo mes más caluroso en el mundo, después de octubre de 2023, con una temperatura promedio de 15,25°C. Esto es 1,65°C por encima de los niveles preindustriales de 1850-1900, antes de que el uso masivo de combustibles fósiles (carbón, petróleo, gas) comience a calentar enormemente la atmósfera y los océanos.
También se trata del decimoquinto mes de dieciséis en el que la temperatura promedio ha superado el 1,5°C de calentamiento.
Esta cifra simbólica corresponde al límite más ambicioso del Acuerdo de París firmado en 2015, cuyo objetivo es contener el calentamiento muy por debajo de 2°C y continuar los esfuerzos para limitar ese calentamiento planetario en un 1,5°C.
Este acuerdo histórico, sin embargo, se refiere a tendencias climáticas a largo plazo: ese promedio debe permanecer por encima de 1,5°C de calentamiento durante 20 a 30 años para que se considere que se ha superado el límite.
Según los últimos cálculos de Naciones Unidas, el mundo no va por buen camino para respetar ese límite, lo que permitiría evitar efectos devastadores como sequías, olas de calor o lluvias torrenciales.
El mundo se encamina hacia un recalentamiento catastrófico
Según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), las políticas actuales conducirán a un calentamiento catastrófico de 3,1°C a lo largo del siglo. Incluso teniendo en cuenta todas las promesas de mejora, la temperatura promedio mundial aumentará un 2,6°C, más de un grado por encima de lo acordado en París.
Los efectos mortales del calentamiento global quedaron claramente demostrados recientemente por las trágicas inundaciones en el sur de España, que dejaron más de 200 muertos, la gran mayoría en la región de Valencia.
Las calamidades climáticas son nuestra nueva realidad. Y no estamos a la altura
, declaró António Guterres, secretario general de Naciones Unidas.
Debemos adaptarnos desde ahora
, instó Guterres, mientras un informe de la ONU denunciaba una vez más la insuficiencia de fondos públicos internacionales asignados a los países más pobres para que puedan tomar medidas de adaptación al calentamiento global y sus severas consecuencias.
El servicio europeo Copernicus señaló que las precipitaciones pluviales en octubre fueron superiores al promedio tanto en la Península Ibérica como en Francia, el norte de Italia y Noruega.
Los científicos coinciden en que en la mayor parte del planeta los episodios de precipitaciones extremas se han vuelto más frecuentes e intensos debido al cambio climático.
Una atmósfera más cálida retiene más humedad y el calentamiento de los océanos también puede afectar la distribución de las precipitaciones y la intensidad de las tormentas.
Copernicus señaló que el pasado mes de octubre fue el segundo mes más cálido en cuanto a la temperatura de la superficie de los océanos.