La Amazonía: ¿es posible hacer periodismo ambiental en el amenazado pulmón verde del planeta?
Este 3 de mayo se celebra el Día Mundial de la Libertad de Prensa, que este año está dedicado a resaltar la importancia del periodismo y la libertad de expresión en el contexto de la actual crisis medioambiental en todo el mundo.
El periodista peruano Iván Brehaut tenía ocho años cuando de la mano de su padre llegó por primera vez a la Amazonía, donde encontró a los héroes de su infancia entre los misioneros que llegaban con las camisas sucias, pero con un brillo de felicidad del que viene de una aventura.
A los 21 años, siendo estudiante de las Ciencias Forestales, Brehaut regresó al «pulmón verde» del planeta pero su experiencia de entonces contrastó con los recuerdos de la infancia, debido a la presencia en la zona del grupo insurgente Sendero Luminoso. Años más tarde volvió pero como periodista y la situación fue aún peor por la permanencia de organizaciones criminales en el territorio compartido por Colombia, Perú y Brasil.
En cinco años viviendo en una zona de la Amazonía -cuenta- ha debido cambiar cuatro veces de casa por su seguridad.
«Ocurren muchas cosas que están muy poco reportadas en general. Hay una confluencia de organizaciones criminales. Son espacios donde la presencia estatal de los tres países es bastante débil y donde no solamente es evidente el crecimiento de economías ilícitas basadas principalmente en el narcotráfico, sino también la explotación de recursos de manera ilegal», dijo a la Voz de América Brehaut.
Antes de informar sobre el impacto del tráfico de drogas, la minería ilegal, la pesca, la tala y sobre las violaciones de derechos humanos causadas por esas actividades ilegales, Brehaut estudió y trabajó en el campo de las Ciencias Forestales. Llegó al periodismo en el 2006 y desde el 2020 colabora con el medio peruano La Mula. En el 2022 obtuvo por su trabajo una beca de Rainforest Journalism Found, del Pulitzer Center.
«Ya tengo 30 años viajando de aquí para allá en la Amazonía y me encanta lo que hago», dice este hombre, que pasó de investigar la flora a visibilizar desde el oficio de reportero los males que están impactando a esta zona vital para el planeta.
La Amazonía, que abarca la cuenca del río Amazonas y una extensa selva tropical, la más grande del mundo, es famosa por su inigualable biodiversidad y numerosas especies aún no descritas. Esta zona es esencial para la regulación climática global, actuando como un «pulmón» al absorber grandes cantidades de dióxido de carbono.
Los bosques de la Amazonía representan dos tercios de todos los bosques tropicales del planeta y el 56 % de las selvas tropicales del mundo. En esta región viven 34 millones de personas, 9 % de las cuales son comunidades nativas, 420 pueblos indígenas distintos que hablan 86 lenguas y 650 dialectos, 60 pueblos en condición de aislamiento, de acuerdo con datos del Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF).
Brehaut, que también colabora con el Servicio de Información Indígena y ha sido parte de investigaciones periodísticas y trabajado en reportes de organizaciones locales, dijo a la VOA que “estos delitos casi siempre están vinculados a la vulneración de derechos de las personas: trabajo forzoso, trata de personas, asesinatos».
«Hay violencia organizada y son terrenos en disputa de organizaciones que vienen de Brasil, vienen de Colombia, hay algunos grupos peruanos y los esfuerzos internacionales son insuficientes para abordar una problemática tan compleja», afirmó.