El Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) vivió una madrugada marcada por intensas lluvias, fuerte actividad eléctrica y vientos del sur que alcanzaron ráfagas de hasta 75 km/h. En la Ciudad de Buenos Aires (CABA) se registraron más de 100 milímetros de precipitación acumulada —superando el promedio mensual de octubre, que es de 122 mm— y en algunos barrios del oeste, como Villa Devoto, los registros alcanzaron los 155 mm.
El temporal provocó anegamientos en distintos puntos del área metropolitana, cortes de energía eléctrica y complicaciones en el tránsito. Según el Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE), cerca de 33 mil usuarios permanecen sin suministro, 11 mil de Edenor y más de 21 mil de Edesur.
Los barrios más afectados fueron Villa Devoto, Villa Pueyrredón, Liniers, Villa Santa Rita, Villa Urquiza y Saavedra. En todos ellos, el agua acumulada superó los 100 milímetros en pocas horas. La Avenida General Paz fue una de las zonas más comprometidas: permaneció varias horas anegada, con vehículos varados y personas caminando con el agua a la altura de la cintura. Los pasos bajo nivel Mosconi, Cerati y Spinetta fueron cerrados momentáneamente hasta que el nivel del agua comenzó a descender.
El arroyo Medrano, que desemboca en el Río de la Plata, creció un 142% respecto a su marca mínima y superó los cinco metros de altura, lo que contribuyó a los desbordes en varios sectores. Desde el Centro Único de Coordinación y Control se desplegó un operativo con más de 200 intervenciones por parte de Defensa Civil, Bomberos, Tránsito, Policía y la Guardia de Auxilio.
En medio del temporal, un taxista de 60 años falleció tras sufrir una descompensación cardíaca mientras circulaba por la colectora de la General Paz, a la altura de Pedro Varela. El titular del SAME, Alberto Crescenti, confirmó que el deceso no fue consecuencia directa de la tormenta.
El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) mantiene vigente una alerta naranja por lluvias fuertes y persistentes hasta el mediodía, y una alerta amarilla por vientos. La humedad supera el 90%, la visibilidad se mantiene reducida a 7 kilómetros y se espera que las condiciones mejoren gradualmente durante la tarde.
Las autoridades porteñas y provinciales continúan con los operativos de emergencia en las zonas más afectadas, mientras los equipos trabajan para restablecer los servicios y despejar los sectores aún anegados.
