En un nuevo esfuerzo por alcanzar la paz en Oriente Medio, altos funcionarios de Hamás llegaron a Egipto para sostener negociaciones indirectas con Israel, centradas en un posible alto el fuego en Gaza. Las conversaciones, iniciadas este domingo, se basan en un plan de 20 puntos presentado por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que incluye la liberación de rehenes israelíes a cambio de prisioneros palestinos, el cese de hostilidades, el desarme de Hamás y la reconstrucción de Gaza. Sin embargo, las tensiones persisten, y el secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, advirtió que no habrá avances significativos si Israel no detiene sus ataques en el enclave palestino.

La postura de EE.UU. y los desafíos logísticos
Marco Rubio,, fue enfático al señalar que la liberación de rehenes es inviable mientras continúen los bombardeos israelíes. «No se puede liberar a los rehenes en medio de los ataques, por lo que estos tendrán que cesar», afirmó. Además, destacó que los objetivos a largo plazo, como establecer una nueva gobernanza en Gaza sin la influencia de Hamás y lograr su desarme, son metas complejas que requerirán tiempo y soluciones logísticas.
Por su parte, Trump expresó optimismo sobre las negociaciones, asegurando en su red social Truth Social que las discusiones han sido «muy positivas» y que se espera trabajar en los detalles finales este lunes. El presidente estadounidense subrayó la urgencia de avanzar rápidamente para evitar «un derramamiento masivo de sangre» y confía en que la primera fase del intercambio de rehenes y prisioneros pueda implementarse esta semana.
Hamás muestra disposición, pero Israel genera dudas
Hamás, liderado por Khalil Al-Hayya, quien sobrevivió a un ataque aéreo israelí en Doha el mes pasado, envió una delegación a Egipto para discutir los mecanismos del cese del fuego, la retirada de las fuerzas israelíes y el intercambio de prisioneros. Un alto funcionario del grupo, citado por AFP, expresó la disposición de Hamás para alcanzar un acuerdo que ponga fin a la ofensiva y facilite la liberación de prisioneros. Sin embargo, el grupo desmintió informes que sugerían un acuerdo para entregar sus armas a un comité palestino-egipcio, calificándolos de «infundados» y destinados a distorsionar su postura.
Israel, por su parte, también envió un equipo negociador a Sharm el-Sheikh, pero las declaraciones recientes del primer ministro Benjamín Netanyahu, quien se ha opuesto a la retirada total de las tropas israelíes de Gaza, generan incertidumbre sobre su compromiso con el plan de Trump.
Respaldo internacional y llamado a la acción
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, elogió la respuesta positiva de Hamás al plan de paz, calificándola como «un paso significativo hacia una paz duradera». Erdogan instó a Israel a detener de inmediato sus bombardeos y cumplir con el acuerdo propuesto, mientras destacó los esfuerzos de Ankara para brindar ayuda humanitaria y apoyo diplomático a los civiles afectados, especialmente a los niños.
Un camino hacia la paz con obstáculos
Aunque las negociaciones representan una ventana de oportunidad, los desafíos persisten. La propuesta de Trump, respaldada por su representante para Oriente Medio, Steve Witkoff, y su yerno Jared Kushner, busca abordar problemas estructurales en Gaza, pero las diferencias entre las partes y la continuación de las operaciones militares israelíes amenazan con obstaculizar el proceso. La comunidad internacional, con actores como Egipto y Turquía , sigue presionando por un acuerdo que ponga fin al conflicto y siente las bases para una solución duradera.
