PAIPORTA (VALENCIA), 03/11/2024.- La reina Letizia consuela a una víctima de las inundaciones, durante su visita a Paiporta este domingo. Gritos de 'fuera', así como lanzamiento de barro, están recibiendo a la comitiva de los reyes de España, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el president de la Generalitat, Carlos Mazón, a su llegada al centro de Paiporta. Numerosas personas indignadas han recibido con insultos a la comitiva y se han encarado con ella, mientras que tanto el rey como la reina ha intentado mediar con jóvenes que se les han acercado. EFE/ Ana Escobar

El rey Felipe VI de España y su esposa, la reina Letizia, llegaron este domingo al sureste de España, donde se esperan nuevas lluvias intensas tras las históricas inundaciones de principios de semana, que ya han dejado al menos 217 muertos, según fuentes oficiales. La visita de los monarcas y las autoridades del Gobierno fue recibida por una multitud enfurecida, mientras muchos siguen desaparecidos y los equipos de rescate buscan en vehículos arrastrados por el lodo.

Acompañados por el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, y el presidente del Gobierno regional, Carlos Mazón, los reyes arribaron poco después del mediodía a Paiporta, una comuna de unos 25.000 habitantes a las afueras de Valencia, una de las zonas más afectadas.

En un comunicado en la red social X, la Casa Real informó que los reyes se trasladaron al centro de crisis instalado por las autoridades, donde recibieron las últimas actualizaciones sobre las operaciones de rescate.

Sin embargo, en Paiporta, los monarcas y su comitiva, así como las autoridades del gobierno, fueron recibidos con gritos de «¡fuera!» «La gente muriéndose y venís ahora», y lanzamientos de barro por una población enfadada e indignada, que expresó así su descontento frente a las autoridades del país, sobre todo, por la cantidad de muertos que no han podido sacar.

A pesar de ello, el rey y la reina intentaron dialogar con algunos de los jóvenes presentes. Con el rostro y el abrigo salpicados de barro, los reyes avanzaron por una de las calles principales de esta localidad, en plena «zona cero» del desastre, tratando de tranquilizar a los voluntarios, visiblemente afectados tras cinco días de tragedia.

La reina, que no pudo contener las lágrimas al escuchar las historias de los sobrevivientes, también conversó con algunos de los residentes molestos, mientras los gritos de «¡fuera!» «¡Asesinos!» continuaban.

Después de Paiporta, se anunció que los monarcas se trasladarían a Chiva, otra ciudad cercana a Valencia fuertemente golpeada por las inundaciones, pero finalmente los Reyes han aplazado esa visita y se han trasladado al Centro de Coordinación Operativo Integrado (Cecopi).

«Por acuerdo conjunto de las autoridades estatales, autonómicas y de la Casa del Rey, la visita a Chiva queda aplazada», ha anunciado la Casa del Rey en un comunicado. 

Tras este tenso momento en Paiporta, el presidente valenciano, Carlos Mazón, publicó un mensaje en su cuenta de Twitter:  «Entiendo la indignación social y por supuesto me quedo a recibirla. Es mi obligación política y moral. La actitud del Rey esta mañana ha sido ejemplar». 

Por su parte, el presidente del gobierno Pedro Sánchez, tuvo que abandonar la comitiva presidida por los reyes en la visita a Paiporta al activarse el protocolo de seguridad tras las agresiones a su vehículo; sin embargo, tanto él como el resto de su equipo se encuentran bien.

Nueva alerta de lluvias intensas

La Agencia Meteorológica Española (Aemet) ha emitido una nueva alerta para lluvias intensas en la región de Valencia, con riesgo de inundaciones en Almería, al sur de Andalucía.

Oscar Puente, ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, reportó 214 muertos y, más tarde, el alcalde de una localidad confirmó el hallazgo de tres cuerpos más si vida, lo que convierte esta tragedia en el mayor desastre natural en España en lo que va de siglo. De las víctimas, la mayoría fallecieron en la región de Valencia, tres en Castilla-La Mancha y una en Andalucía, según el último reporte del Centro de Emergencias de la Generalitat.

Las autoridades temen que el número de víctimas aumente mientras el número de desaparecidos sigue siendo indeterminado.

«Quedan bajos o garajes, sótanos y parkings anegados que hay que despejar y es previsible que en esos espacios pueda haber personas fallecidas», declaró el ministro, Óscar Puente, en un mensaje en X. Según Puente, la cifra ha aumentado lentamente en las últimas 48 horas porque los equipos de rescate han priorizado las áreas más accesibles en la superficie.

Por ejemplo, el 29 de octubre, tras las lluvias torrenciales, el agua descendió de las colinas y se adentró con fuerza en los estacionamientos del supermercado Mercadona en Paiporta, en un día de gran afluencia.

¿Cuántos clientes quedaron atrapados en el subsuelo? Nadie lo sabe aún, pero se sabe que el nivel del agua alcanzó los dos metros en toda la ciudad. La búsqueda de los desaparecidos llevará tiempo, ya que en localidades donde miles de autos fueron arrastrados en todas direcciones, la labor de los bomberos es monumental.

Despliegue sin precedentes de fuerzas de seguridad

La población enfrenta una situación dramática, ya que muchas infraestructuras de transporte y telecomunicaciones fueron destruidas o están fuera de servicio. En varias localidades, montones de carros y escombros cubiertos de lodo aún bloquean las calles. «Llevamos tres días limpiando. Todo está cubierto de barro», contó a la agencia de prensa AFP Helena Danna Daniella, propietaria de un bar-restaurante en Chiva. «Parece el fin del mundo», añadió, aún en estado de shock cinco días después del temporal. «Las personas atrapadas en la corriente pedían ayuda y no podíamos hacer nada… Eso te vuelve loco. Buscamos respuestas y no las encontramos».

Ante este caos, el sábado, Sánchez anunció el envío de 5.000 soldados adicionales a la región, aumentando el contingente a 7.500, el “mayor despliegue de fuerzas armadas en España en tiempos de paz”, según sus palabras. Además de los militares, se sumaron 5.000 policías y guardias civiles para apoyar a los 5.000 agentes ya presentes en el área.

El sábado por la noche, la policía reportó 20 nuevas detenciones relacionadas con robos y saqueos, elevando a un centenar el total de arrestos por estos delitos desde el miércoles. “Nos enfrentamos al desafío de nuestras vidas”, admitió el presidente conservador de la región de Valencia, Carlos Mazón, quien fue criticado por el retraso en el envío de un mensaje de alerta a los habitantes el martes por la noche.

En el centro de Valencia, una zona que no fue afectada por el temporal, miles de personas se reunieron la mañana del domingo con palas y escobas para dirigirse a pie hacia las localidades vecinas y ayudar a los afectados. Sin embargo, el gobierno valenciano limitó a 2.000 el número de voluntarios autorizados para evitar problemas de saturación, los cuales ya habían dificultado las labores de rescate el viernes y sábado.